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El Obispado reestructurará parroquias y pide ´un cambio de mentalidad´
Salinas trabaja en un plan que contempla una profunda reorganización pastoral, sin descartar el cierre de iglesias - El prelado convoca un congreso para fijar el nuevo rumbo de la diócesis
07.03.2014 | 06:30
El obispo enseñando ayer una foto de su reciente visita con el Papa, "para que conste que es verdad", bromeó. A. Fernández
Mateu Ferrer. Palma El Obispado de Mallorca prepara un ambicioso plan de reestructuración de la diócesis que afectará a la actual organización de parroquias, ya que contempla reducir el número, sin descartar en algunos casos el cierre de templos.
Javier Salinas presentó ayer su primera carta pastoral desde que tomó posesión hace algo más de un año. Titulada Caminar por una Iglesia en salida, surge en sintonía con las nuevas líneas que propone el papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium. En ella el prelado invita a los católicos mallorquines a abrirse “a una nueva visión de la Iglesia”, lo que implica “una nueva organización de los servicios pastorales que ésta ha de realizar”. El prelado anunció también que en noviembre habrá “un congreso diocesano sobre la evangelización, que dejará de lado la teoría y adquirirá sobre todo un carácter práctico, para fijar el nuevo rumbo de la Iglesia de Mallorca.
“No hay que tener miedo”
“Hoy nuestra diócesis necesita plantearse a fondo cómo debe organizarse para llevar adelante su misión evangelizadora con los recursos y las personas de las que dispone”, emplaza Salinas en su carta pastoral. “La comunidad cristiana de Mallorca ha cambiado” y “la participación en la eucaristía dominical no es la de otros tiempos”, admite el obispo, para quien es imprescindible “no tener miedo a buscar nuevos caminos”.
Monseñor Salinas recuerda que su antecesor, Jesús Murgui, “publicó en 2012 unas orientaciones para dar forma a una nueva coordinación entre parroquias, el tema de las Unidades de Pastoral”. Salinas dice ser consciente de que “esta cuestión ha provocado alguna inquietud” –ya que supone que un mismo cura debe atender varias parroquias–, “pero no tenemos más remedio que afrontarla”, afirma, ya que “resulta imposible que la organización eclesial que hemos tenido hasta ahora continúe”.
El obispo ya avanza que “para ello necesitaremos no simplemente atribuir más parroquias a un mismo sacerdote”, sino dar un mayor protagonismo a los seglares y consagrados. “Tenemos pocos capellanes, pero muchos laicos y gente disponible para colaborar”, expresó ayer en rueda de prensa el prelado, que reclama a los fieles y al clero “un cambio de mentalidad” para “pasar de una Iglesia que está a la defensiva a una Iglesia que propone”.
Salinas hizo mucho hincapié en la imperiosa necesidad de dilucidar entre todos los creyentes implicados “cómo organizamos las parroquias”. “Para todo esto constituiré un grupo de trabajo que en breve plazo pueda ofrecernos indicaciones concretas”, anuncia Salinas en su carta pastoral. Sobre la mesa de estudio planea también la clausura de algunas iglesias, especialmente en Palma, para concentrar los recursos y la acción pastoral en otras más activas, una cuestión espinosa para algunos sectores diocesanos.
Las reflexiones y aportaciones se debatirán en el congreso de noviembre, del que deben salir luego “órdenes más concretas”. El obispo quiere que este foro “no será un encuentro para hacer más teorías, sino sobre todo para alcanzar un cierto consenso sobre qué cambios concretos” hay que emprender y fijar. “Nuestra diócesis necesita tener clara una hoja de ruta”, sentenció Salinas.

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