En este año de la misericordia a la cual el Papa Francisco, nos invita a recordar que somos “simple
pecadores perdonados” tenemos el compromiso en esta cuaresma de mirar nuestros
pecados y entregar al corazón misericordioso de Dios.
Como sabrás, el poder de
Dios se muestra más en su misericordia que en su poder creador, pero además, tú puedes ser partícipe de este poder en cada obra de misericordia que realices
en y junto a tu hermano.
Ser misericordiosos, es
nuestra tarea, por ello te invito a que hagamos una obra de misericordia
espiritual, que ofrezcamos este vía crucis por alguien que lo necesite,
ofrécelo por una persona enferma, o que ya falleció, o si quieres sumar más…
por una persona que te cuesta. Te animas?
La respuesta de Dios ante su aparente silencio en la historia está expresada en la
cruz de Jesús, en la entrega por amor hasta dar su vida. Allí Dios está
crucificado en todas las personas de nuestro mundo que sufren, que son tratadas
injustamente.
Pero la esperanza nos ayuda a trabajar cada día por
crear un nuevo mundo, que tenga como principales destinatarios a los
más olvidados y marginados de nuestras sociedades, de nuestro mundo, para que
tengan una vida más digna, más humana.
La vida de lo que ya son: hijos e hijas de Dios. Es el anuncio con el compromiso de la vida de la resurrección a una
nueva existencia, manifestada por medio de la solidaridad, la
cercanía, la fraternidad.
En este Vía crucis ofrecemos reflexiones del Papa Francisco sobre la
Misericordia, que es la permanente muestra del amor de Dios hacia la
humanidad, como una invitación a ser cada uno de nosotros misericordiosos y
compasivos con los demás.
Ven y participa juntos en nuestra comunidad parroquial, ¿Te
animas?
