Translate

CUARESMA 2016


Somos comunidad. Juntos caminamos en este tiempo de Cuaresma hacia Jesús. Juntos nos cuidaremos en esta ruta, porque el amor es nuestra seña. Juntos nos ayudaremos con el ayuno que Dios quiere (la misericordia),  la limosna (el compartir) y la oración (la unión de corazones con el Señor). Juntos y con la proximidad del Espíritu, tan discreto y tan buen acompañante.
¡Qué tiempo tan espléndido para hacerlo realmente en comunión! Preocupados unos por otros, sin individualismos, teniendo una mirada más amplia que la propia.
La Cruz será nuestra señal y nos guiará. Acoger la cruz, cargar con ella, asumirla, llevarla con garbo y alegría. Ser pequeños Cirineos con los que no puedan con ese peso. Cuaresma, tiempo de solidaridad.
Si las fuerzas decaen, ya vemos dónde anda la gasolinera: ayuno, limosna y oración. Tan sencillo y, a veces, cómo nos aturrullamos en el camino.
Nos encontraremos con baches y con dificultades. Tropezaremos en la piedra (¿cuántas veces?). No importa. El perdón de Dios es más grande que nuestras caídas y torpezas.

Y, al final, Cristo Resucitado, que vence al pecado y a la muerte. Hacia Él caminamos. ¡Buena ruta, hermanos!
R. Verger

No se trata solo de hacer asistencia social sino de ofrecer la fuerza del Evangelio»

Papa Francisco: «No se trata solo de hacer asistencia social sino de ofrecer la fuerza del Evangelio»
Después de rezar la oración mariana, el Obispo de Roma dirigió su saludo a los numerosos fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro deseosos de escuchar su comentario al Evangelio dominical del 24 de enero. El Pontífice recordó «que la misión de la Iglesia y de todo bautizado es evangelizar a los pobres», anunciando a Cristo con las palabras y la vida. El Santo Padre advirtió que no basta con la asistencia social, pues hay que ofrecer la fuerza del Evangelio que convierte los corazones.
(InfoCatólica) Texto completo de la alocución papal:
Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
En el Evangelio de hoy, el evangelista Lucas antes de presentar el discurso programático de Jesús de Nazaret, resume brevemente su actividad evangelizadora. Es una actividad que Él realiza con el poder del Espíritu Santo: su palabra es original, porque revela el sentido de las Escrituras; es una palabra autorizada, porque manda incluso a los espíritus impuros y estos obedecen (Cfr. Mc 1, 27). Jesús es diferente de los maestros de su tiempo: por ejemplo, Jesús no ha abierto una escuela para el estudio de la Ley, pero va a predicar y enseña por doquier: en las sinagogas, por las calles, en las casas, siempre andando. Jesús también es diferente de Juan Bautista, quien proclama el juicio inminente de Dios, mientras Jesús anuncia su perdón de Padre.
Y ahora entramos también nosotros - imaginamos - que entramos en la sinagoga de Nazaret, la aldea donde creció Jesús hasta llegar casi a los treinta años. Lo que sucede allí es un acontecimiento importante, que traza la misión de Jesús. Él se levanta para leer la Sagrada Escritura. Abre el rollo del profeta Isaías y elige el pasaje en el que está escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres» (Lc 4, 18). Después, tras un momento de silencio lleno de la expectativa de todos, dice, en medio del estupor general: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír» (v. 21).
Evangelizar a los pobres: ésta es la misión de Jesús; según [lo que] Él dice; ésta es también la misión de la Iglesia, y de todo bautizado en la Iglesia. Ser cristiano y ser misionero es la misma cosa. Anunciar e1 Evangelio, con la palabra y, antes aún, con la vida, es la finalidad principal de la comunidad cristiana y de cada uno de sus miembros. Se nota aquí que Jesús dirige la Buena Nueva a todos, sin excluir a nadie, más bien, privilegia a los más lejanos, a los que sufren, a los enfermos, a los descartados de la sociedad.
Pero hagámonos una pregunta: ¿Qué significa evangelizar a los pobres? Significa ante todo acercarse a ellos, significa tener la alegría de servirlos, de liberarlos de su opresión, y todo esto en el nombre y con el Espíritu de Cristo, porque es Él el Evangelio de Dios, es Él la Misericordia de Dios, es Él la liberación de Dios, es Él quien se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza.
El texto de Isaías, reforzado por pequeñas adaptaciones introducidas por Jesús, indica que el anuncio mesiánico del Reino de Dios venido entre nosotros se dirige de modo preferencial a los marginados, a los prisioneros y a los oprimidos.
Probablemente en tiempos de Jesús estas personas no estaban en el centro de la comunidad de fe. Y podemos preguntarnos: ¿Hoy, en nuestras comunidades parroquiales, en las asociaciones, en los movimientos, somos fieles al programa de Cristo? ¿La evangelización de los pobres, llevarles el feliz anuncio, es la prioridad?
Atención: no se trata sólo de hacer asistencia social, y menos aún actividad política. Se trata de ofrecer la fuerza del Evangelio de Dios, que convierte los corazones, sana las heridas, transforma las relaciones humanas y sociales según la lógica del amor. En efecto, los pobres están en el centro del Evangelio.
Que la Virgen María, Madre de los evangelizadores, nos ayude a sentir fuertemente el hambre y la sed del Evangelio que hay en el mundo, especialmente en el corazón y en la carne de los pobres. Y obtenga para cada uno de nosotros y a toda comunidad cristiana testimoniar concretamente la misericordia, la gran misericordia que Cristo nos ha donado.


Vivir el 3º Domingo de TO, ciclo C


Lc 1, 1-4; 14-21
Dado que muchos han intentado hacer una exposición ordenada de los hechos que se han verificado entre nosotros, según lo que nos transmitieron los que desde un principio fueron testigos oculares y llegaron a ser garantes del mensaje, he resuelto yo también, después de investigarlo todo de nuevo con rigor, ponértelo por escrito de forma conexa, excelentísimo Teófilo, para que compruebes la solidez de las enseñanzas con que has sido instruido.
Con la fuerza del Espíritu regresó Jesús a Galilea, y la noticia se difundió por toda la comarca. Enseñaba en aquellas sinagogas, y todos se hacían lenguas de él. Llegó a Nazaret, donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, según su costumbre, y se levantó para tener la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y, desenrollando el volumen, dio con el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor descansa sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres, a proclamar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año favorable del Señor (Is 61,1-2). Enrolló el volumen, lo devolvió al sacristán y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él y empezó a hablarles: - Hoy ha quedado cumplido este pasaje ante vosotros que lo habéis escuchado.

EN LA MISMA DIRECCIÓN

Antes de comenzar a narrar la actividad de Jesús, Lucas quiere dejar muy claro a sus lectores cuál es la pasión que impulsa al Profeta de Galilea y cuál es la meta de toda su actuación. Los cristianos han de saber en qué dirección empuja a Jesús el Espíritu de Dios, pues seguirlo es precisamente caminar en su misma dirección.
Lucas describe con todo detalle lo que hace Jesús en la sinagoga de su pueblo: se pone de pie, recibe el libro sagrado, busca él mismo un pasaje de Isaías, lee el texto, cierra el libro, lo devuelve y se sienta. Todos han de escuchar con atención las palabras escogidas por Jesús pues exponen la tarea a la que se siente enviado por Dios.
Sorprendentemente, el texto no habla de organizar una religión más perfecta o de implantar un culto más digno, sino de comunicar liberación, esperanza, luz y gracia a los más pobres y desgraciados. Esto es lo que lee. «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor». Al terminar, les dice: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».
El Espíritu de Dios está en Jesús enviándolo a los pobres, orientando toda su vida hacia los más necesitados, oprimidos y humillados. En esta dirección hemos de trabajar sus seguidores. Esta es la orientación que Dios, encarnado en Jesús, quiere imprimir a la historia humana. Los últimos han de ser los primeros en conocer esa vida más digna, liberada y dichosa que Dios quiere ya desde ahora para todos sus hijos e hijas.
No lo hemos de olvidar. La «opción por los pobres» no es un invento de unos teólogos del siglo veinte, ni una moda puesta en circulación después del Vaticano II. Es la opción del Espíritu de Dios que anima la vida entera de Jesús, y que sus seguidores hemos de introducir en la historia humana. Lo decía Pablo VI: es un deber de la Iglesia «ayudar a que nazca la liberación... y hacer que sea total».
No es posible vivir y anunciar a Jesucristo si no es desde la defensa de los últimos y la solidaridad con los excluidos. Si lo que hacemos y proclamamos desde la Iglesiade Jesús no es captado como algo bueno y liberador por los que más sufren, ¿qué evangelio estamos predicando? ¿A qué Jesús estamos siguiendo? ¿Qué espiritualidad estamos promoviendo? Dicho de manera clara: ¿qué impresión tenemos en la iglesia actual? ¿Estamos caminando en la misma dirección que Jesús?
José Antonio Pagola


Inmigrantes en España. De la acogida a la comunión







El 17 de enero se celebra la
Jornada Mundial del emigrante y del refugiado
con el lema, “Emigrantes y refugiados nos interpelan. La
respuesta del Evangelio de la Misericordia
“. Esta mañana,
viernes 8 de enero, en la sede de la Conferencia Episcopal Española,  se
ha presentado la campaña que ha puesto en marcha la Comisión Episcopal de
Migraciones con motivo de esta Jornada.

Vídeo de oración del Papa







VATICANO , 06 Ene. 16 / 11:43 am (ACI).-
El Vaticano ha lanzado este miércoles 6 de enero, día
de la Epifanía del Señor, el proyecto “el video del Papa”, en el cual el Santo
Padre explica sus intenciones de oración universal y para la evangelización,
propuestas por el apostolado de la oración. Esto se repetirá mensualmente.




En un mensaje
grabado íntegramente en español, el Santo Padre ha comentado la intención para
la oración de este mes de enero: “Que el diálogo sincero entre hombres y
mujeres de diversas religiones, conlleve frutos de paz y justicia”.





En el vídeo, el Pontífice afirma que “la mayor parte de los
habitantes del planeta se declaran creyentes, esto debería provocar un diálogo
entre las religiones. No debemos dejar de orar por él y colaborar con quienes
piensan distinto”.

Vivir el 2º domingo de TO, ciclo C JUAN 2, 1-11 Bodas de Caná

Vivir el 2º domingo de TO, ciclo C
JUAN 2, 1-11 Bodas de Caná


Al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús; y fue invitado Jesús, como también sus discípulos, a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús se dirigió a él: -No tienen vino. Jesús le contestó: -¿Qué nos concierne a mí y a ti, mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los sirvientes: -Cualquier cosa que os diga, hacedla. Estaban allí colocadas seis tinajas de piedra destinadas a la purificación de los Judíos; cabían unos cien litros en cada una.  Jesús les dijo: -Llenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: -Sacad ahora y llevadle al maestresala. Ellos se la llevaron. Al probar el maestresala el agua convertida en vino, sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), llamó al novio y le dijo: -Todo el mundo sirve primero el vino de calidad, y cuando la gente está bebida, el peor; tú, el vino de calidad lo has tenido guardado hasta ahora. Esto hizo Jesús en Caná de Galilea, como principio de las señales; manifestó su gloria, y sus discípulos le dieron su adhesión.
LENGUAJE DE GESTOS

El evangelista Juan no dice que Jesús hizo «milagros» o «prodigios». Él los llama «signos» porque son gestos que apuntan hacia algo más profundo de lo que pueden ver nuestros ojos. En concreto, los signos que Jesús realiza, orientan hacia su persona y nos descubren su fuerza salvadora.
Lo sucedido en Caná de Galilea es el comienzo de todos los signos. El prototipo de los que Jesús irá llevando a cabo a lo largo de su vida. En esa «transformación del agua en vino» se nos propone la clave para captar el tipo de transformación salvadora que opera Jesús y el que, en su nombre, han de ofrecer sus seguidores.
Todo ocurre en el marco de una boda, la fiesta humana por excelencia, el símbolo más expresivo del amor, la mejor imagen de la tradición bíblica para evocar la comunión definitiva de Dios con el ser humano. La salvación de Jesucristo ha de ser vivida y ofrecida por sus seguidores como una fiesta que da plenitud a las fiestas humanas cuando estas quedan vacías, «sin vino» y sin capacidad de llenar nuestro deseo de felicidad total.
El relato sugiere algo más. El agua solo puede ser saboreada como vino cuando, siguiendo las palabras de Jesús, es «sacada» de seis grandes tinajas de piedra, utilizadas por los judíos para sus purificaciones. La religión de la ley escrita en tablas de piedra está exhausta; no hay agua capaz de purificar al ser humano. Esa religión ha de ser liberada por el amor y la vida que comunica Jesús.
No se puede evangelizar de cualquier manera. Para comunicar la fuerza transformadora de Jesús no bastan las palabras, son necesarios los gestos. Evangelizar no es solo hablar, predicar o enseñar; menos aún, juzgar, amenazar o condenar. Es necesario actualizar, con fidelidad creativa, los signos que Jesús hacía para introducir la alegría de Dios haciendo más dichosa la vida dura de aquellos campesinos.
A muchos contemporáneos la palabra de la Iglesia los deja indiferentes. Nuestras celebraciones los aburren. Necesitan conocer más signos cercanos y amistosos por parte de la Iglesia para descubrir en los cristianos la capacidad de Jesús para aliviar el sufrimiento y la dureza de la vida.
¿Quién querrá escuchar hoy lo que ya no se presenta como noticia gozosa, especialmente si se hace invocando el evangelio con tono autoritario y amenazador? Jesucristo es esperado por muchos como una fuerza y un estímulo para existir, y un camino para vivir de manera más sensata y gozosa. Si solo conocen una «religión aguada» y no pueden saborear algo de la alegría festiva que Jesús contagiaba, muchos seguirán alejándose.

José Antonio Pagola


Evangelio Domingo 10 de Enero 2016 – El Bautismo del Señor

Juan bautizo con agua, Cristo con el Espíritu y fuego!!

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 3, 15-16. 21-22

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:
–Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo:
–Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.
Palabra del Señor

INICIAR LA REACCIÓN

El Bautista no permite que la gente lo confunda con el Mesías. Conoce sus límites y los reconoce. Hay alguien más fuerte y decisivo que él. El único al que el pueblo ha de acoger. La razón es clara. El Bautista les ofrece un bautismo de agua. Solo Jesús, el Mesías, los “bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”.
A juicio de no pocos observadores, el mayor problema de la Iglesia es hoy “la mediocridad espiritual”. La Iglesia no posee el vigor espiritual que necesita para enfrentarse a los retos del momento actual. Cada vez es más patente. Necesitamos ser bautizados por Jesús con su fuego y su Espíritu.
Estos últimos años ha ido creciendo la desconfianza en la fuerza del Espíritu, y el miedo a todo lo que pueda llevarnos a una renovación. Se insiste mucho en la continuidad para conservar el pasado, pero no nos preocupamos de escuchar las llamadas del Espíritu para preparar el futuro. Poco a poco nos estamos quedando ciegos para leer los “signos de los tiempos”.
Se da primacía a certezas y creencias para robustecer la fe y lograr una mayor cohesión eclesial frente a la sociedad moderna, pero con frecuencia no se cultiva la adhesión viva a Jesús. ¿Se nos ha olvidado que él es más fuerte que todos nosotros? La doctrina religiosa, expuesta casi siempre con categoría premodernas, no toca los corazones ni convierte nuestras vidas.
Abandonado el aliento renovador del Concilio, se ha ido apagando la alegría en sectores importantes del pueblo cristiano, para dar paso a la resignación. De manera callada pero palpable va creciendo el desafecto y la separación entre la institución eclesial y no pocos creyentes.
Es urgente crear cuanto antes un clima más amable y cordial. Cualquiera no podrá despertar en el pueblo sencillo la ilusión perdida. Necesitamos volver a las raíces de nuestra fe. Ponernos en contacto con el Evangelio. Alimentarnos de las palabras de Jesús que son “espíritu y vida”.
Dentro de unos años, nuestras comunidades cristianas serán muy pequeñas. En muchas parroquias no habrá ya presbíteros de forma permanente. Qué importante es cuidar desde ahora un núcleo de creyentes en torno al Evangelio. Ellos mantendrán vivo el Espíritu de Jesús entre nosotros. Todo será más humilde, pero también más evangélico.
A nosotros se nos pide iniciar ya la reacción. Lo mejor que podemos dejar en herencia a las futuras generaciones es un amor nuevo a Jesús y una fe más centrada en su persona y su proyecto. Lo demás es más secundario. Si viven desde el Espíritu de Jesús, encontrarán caminos nuevos.
Antonio Pagola




MISA EN HONOR AL P. MIGUEL FERRER (6 de Enero 2016

MISA EN HONOR AL P. MIGUEL FERRER


El 7 de enero de 1857 murió entre el cariño de sus fieles. Cuentan las crónicas, que él mismo día que murió,   fue a dar la extremaunción  a un enfermo  y él mismo dijo; “no terminará el día de hoy y yo estaré  en el cielo antes que él” era un hombre de profunda oración y contemplación. La casa parroquial siempre estaba abierta para cualquier necesidad, su vida fue un ejemplo a seguir, sus largas horas de oración frente al sagrario, atendiendo al confesionario, etc.  Se pueden contar muchas anécdotas y testimonios de la vida de este santo varón, sus hijas las Religiosas Trinitarias,  lo guardan como un tesoro ya que forma un legado de vida cristiana.
También cuentan las crónicas que: el mismo día que murió, se desprendía de su cuerpo un olor a rosas, estuvo 10 días expuesto en la sacristía de la Iglesia debido a la gran  afluencia de gente de todas las clases sociales de la Isla,  que fueron a rendirle el último adiós.
 Sus restos reposan en la misma iglesia que él construyó. También cuentan las crónicas que los domingos después del catecismo él y los niños y adultos se iban a la montaña a buscar piedras para edificar el Templo. Su cuerpo se conserva incorrupto  en una capilla del mismo Templo.
(El que escribe esta crónica fue uno de los jóvenes que en su día ayudo al traslado del féretro del P. Miguel Ferrer, a su destino en la capilla dentro de la Iglesia  y puedo testificar que su cuerpo estaba momificado y se le podían ver las facciones de su rostro, sus manos y todo su cuerpo. Tuve el privilegio de tocar con mis manos a este “santo de Dios”.
Hoy como era de esperar una representación de las Religiosas Terciarias Trinitarias, conocidas como "Trinitarias de Mallorca". Asistieron a la Misa de acción de gracias por el alma de su Fundador y por supuesto nuestro“párroco de la Parroquia e iniciador del Templo de la Vileta”.









Dentro del marco de esta celebración y después de la misa, nuestro coro nos deleito con un amplio repertorio de piezas musicales donde pudimos disfrutar de este Concierto de Navidad,  cada vez son más los fieles que aguardan este acontecimiento donde se puede apreciar el esfuerzo y la dedicación de todos los componentes del coro, agradecemos a su director y organista su ilusión y este gran servicio que aportan a la Parroquia.
Rafael Verger