Conmemoración de los Fieles Difuntos
DÍA 2 DE NOVIEMBRE
La Conmemoración
a los Fieles Difuntos,
popularmente llamada Día
de los Muertos o Día
de los Difuntos,
es una celebración que tiene lugar el día 2
de noviembre complementando
al Día
de Todos los Santos,
cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida
terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en
estado de purificación en el Purgatorio.
EL Día de los Difuntos [...] el día designado en la Iglesia Católica Romana para la conmemoración de los difuntos fieles. La celebración se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que al tiempo de morir no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión Beatífica, y que se les puede ayudar a alcanzarla por rezos y por el sacrificio de la misa. [...] Ciertas creencias populares relacionadas con el Día de los Difuntos son de origen pagano y de antigüedad inmemorial. Así sucede que los campesinos de muchos países católicos creen que en la noche de los Difuntos los muertos vuelven a las casas donde antes habían vivido y participan de la comida de los vivientes
Por
tanto, estas celebraciones en realidad comenzaron como una fiesta
para honrar a personas que, debido a su maldad, habían sido
destruidas por Dios en los días de Noé. (Gén. 6:5–7; 7:11.)
La
práctica religiosa hacia los difuntos es sumamente antigua. El
profeta Jeremías en
el Antiguo
Testamento dice:
«En paz morirás. Y como se quemaron perfumes por tus padres, los
reyes antepasados que te precedieron, así los quemarán por ti, y
con el «¡ay, señor!» te plañirán, porque lo digo yo — oráculo
de Yahveh» (Jeremías 34,5). A su vez en el libro 2°
de los Macabeosestá
escrito: «Mandó Juan
Macabeo ofrecer
sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados»
(2 Mac. 12, 46); y siguiendo esta tradición, en los primeros días
de laCristiandad se
escribían los nombres de los hermanos que habían partido en
la díptica,
que es un conjunto formado por dos tablas plegables, con forma de
libro, en las que la Iglesia
primitivaacostumbraba
a anotar en dos listas pareadas los nombres de los vivos y los
muertos por quienes se había de orar.
En
el siglo VI los benedictinos tenían
la costumbre de orar por los difuntos al día siguiente
de Pentecostés.
En tiempos de san
Isidoro (†
636) en España había
una celebración parecida el sábado anterior al sexagésimo día
antes del Domingo
de Pascua (Domingo
segundo de los tres que se contaban antes de la primera de Cuaresma)
o antes de Pentecostés.
En Alemania cerca
del año 980,
según el testimonio del cronista medieval Viduquindo
de Corvey,
hubo una ceremonia consagrada a la oración de los difuntos el día 1
de noviembre,
fecha aceptada y bendecida por la Iglesia.
Adoptada
por Roma en
el siglo
XIV pero
que se remonta varios siglos atrás. Fue el 2
de noviembre del
año 998 -otros
autores fijan la fecha en 1030-
cuando, en el sur de Francia,
el monjebenedictino San
Odilón u
Odilo (c. 962 - 1048),
quinto abad de Cluny,
instauró la oración por los difuntos en los monasterios de su
congregación, como fiesta para orar por las almas de los fieles que
habían fallecido, por lo que fue llamada «Conmemoración de los
Fieles Difuntos». Entre la dispersa obra de este santo, ha llegado
hasta nuestros días una vida de la santaemperatriz Adelaida,
una biografía de su antecesor Mayeul,
sermones, himnos y oraciones, y varías cartas de su abultada
correspondencia. De allí se extendió a otras congregaciones de
benedictinos y entre los cartujos;
la Diócesis de Lieja la
adoptó cerca del año 1000,
en Milán se
adoptó el siglo
XII,
hasta ser aceptado el 2
de noviembre,
como fecha en que la Iglesia celebraría esta fiesta.
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