TIEMPO DE CUARESMA
La Cuaresma es un camino que quiere sacarnos de donde estamos para llevarnos a una meta de libertad y plenitud.
Más que tiempo de ayunos y abstinencias es un tiempo de decisiones:
Es tiempo de enfrentarnos con nosotros mismos.
Es tiempo donde es preciso definirnos entre “ser o no ser”.
Es tiempo donde es preciso definirnos entre “ser nosotros mismos” o “ser como todos”.
Es
tiempo donde se da esa lucha, esa tentación entre aceptar el reto de
vivir en nuestra verdad o seguir engañándonos, maquillados con falsas
imágenes copiadas de los demás.
Es tiempo de tentación: la tentación de ser o no ser.
La tentación de ser o seguir siendo a medias.
Por eso es tiempo de decisión.
Donde decidimos, no sobre los demás, sino sobre nosotros mismos.
No es una batalla que se da fuera, sino en la mente y el corazón.
El punto de partida: lo que somos, donde estamos.
El camino: lucha por ser más, un horizonte nuevo.
La meta: una mañana de Pascua donde resucitemos como seres nuevos.
El
evangelio de cada domingo va a señalarnos diferentes lugares en los que
Él nos está esperado: el desierto, la montaña, un pozo, el camino, el
sepulcro. Dichosos nosotros si acudimos a la cita y dejamos que su amor
nos transforme y nos arrastre hacia la Pascua.
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