UNIDAD DE PASTORAL

El pasado día 11 de Octubre, nuestras comunidades parroquiales de Son Roca y la Vileta nos reunimos en torno a la mesa de la Eucaristía para empezar un nuevo camino JUNTOS.

Más de 200 personas nos citamos como Iglesia, “un solo corazón, una sola fe”,  para  dar gracias a Dios.

 Dos templos  “UNIDOS”  en una sola parroquia,  dos realidades diferentes, pero Un solo  Señor, Dios y Padre de todos.

 Fue presida por el Arcipreste  Mn. Miquel Serra, concelebrada por Mn. Jaume Estela, nuevo rector de esta unidad pastoral, Mn. Vicente Sanjenaro,  y asistida por el Diácono, Mn. José Luis Romero.

La ceremonia fue dignificada por el coro compuesto por miembros de ambas comunidades.

En representación de nuestra comunidad me dirijo a vosotros, Mn Jaume Estela y al diácono José Luís Romero, que habéis sido designados por el Obispo como responsables de ésta, nuestra Parroquia de Son Roca. Unas palabras que queremos que sean la traducción de lo que sentimos y deseamos para esta nueva etapa que empezamos conjuntamente

Como ya se os dijo en el consejo de Pastoral, mediante los representantes de cada grupo y, anteriormente se había comunicado al Obispo, nos definimos como un grupo de laicos/laicas y de religiosas. Gente sencilla y limitada de los núcleos Son Roqueta, Son Ximelis y Son Anglada que formamos esta Parroquia de Sant Roc, en la barriada de Son Roca. Somos personas de Iglesia y creemos en la Iglesia. Estamos dispuestos y dispuestas a colaborar en la tarea de ser sembradores de la Buena nueva del Evangelio sobretodo, a través de nuestras obras, o sea, a través del testimonio de vida. He aquí, pues, nuestro reto a alcanzar y el espacio por el cual queremos movernos.

Esta Eucaristía que acabamos de celebrar es el comienzo de otra etapa en esta comunidad. Nuestro deseo es que sea lo más evangélica posible. Queremos apostar por ello y colaborar y trabajar para que se hagan realidad estos deseos. Queremos escuchar nuevas propuestas y, por supuesto, que se escuchen las nuestras, fruto de la reflexión y experiencia que hemos ido adquiriendo. Estamos dispuestos/dispuestas a respetar y a ser respetados… No queremos echar la vista atrás, nuestra meta es el Reinado de Dios, la nueva sociedad, la nueva Iglesia.

Aquí nos tenéis, sed bienvenidos a vuestra, a nuestra casa. La nueva fraternidad será el color de lo que hoy empezamos.