MENÚ DE CUARESMA
Miércoles de
Ceniza - 18 de Febrero
Día de ayuno
y abstinencia
El Miércoles de Ceniza1
es el primer día de la Cuaresma en
los calendarios litúrgicos católico, protestante y anglicano.
Se celebra cuarenta días antes del inicio de Semana
Santa, es decir, del Domingo
de Ramos. La ceniza es elaborada o extraída de los Ramos Benditos de la
Semana Santa anterior, es decir, los del Domingo de Ramos, estos se incineran y
de ahí sale la Santa Ceniza.
Antiguamente los judíos y otros pueblos de Oriente Próximo acostumbraban a
cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también
usaban la ceniza como gesto de arrepentimiento profundo. La Biblia menciona
múltiples ocasiones y pueblos que utilizaban la ceniza en significado de duelo
como en Mt
11:21.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el
Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza
y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito
penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos
los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma solía poner las cenizas
al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el
Domingo de Ramos del año anterior. De acuerdo a la Tradición, esto recuerda que
lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a
recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de
ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que recuerda a los que la practican
que algún día vamos a morir y que el cuerpo se va a convertir en polvo.
La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del
ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve
años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se
formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado
la edad, no están obligados al ayuno.
http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P4M.HTM
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